miércoles, 7 de abril de 2010

Ese momento especial




Hace dos años pase una hora y media esperando para una sesión a Patti Smith en los pasillos de La Casa Encendida de Madrid. Lo malo no fue la espera, lo realmente malo fue verla pasar una y otra vez delante de mí con su polaroid Land 250 al cuello. En esa ocasión dio con un palmo de narices a la mismísima Rolling Stone. La culpa la tuvo una mala planificación por parte del redactor y la consabida alergia de Patti a las fotos.
Marzo 2010 Palabra y música: Gijón. La verdad es que no tenía ninguna fe en conseguir un posado por su parte. De hecho el perder un avión en Londres la dejó a un paso de no aparecer por allí. A las cinco de la tarde subí a La Laboral de Gijón a ver como hacía un pase de prensa permitiendo unas fotos mientras hacía unas entrevistas para la tele, todo pintaba mal. Cerca de las seis de la tarde amago con irse y gracias a la ayuda y maravillosa presentación de Lorena Jimenez de La Trinchera, que lleva la prensa del festival accedió a hacerse unas fotos. Ya estaba todo listo para hacerse unas fotos tiradas en las butacas del auditorio cuando quitaron las luces. Glups, ahora me dice que no seguro pero ella no pone problema y la saco corriendo a las escaleras del hall. Ella se sienta donde le indico y repite otra vez: quickie. Con los años he conseguido desarrollar una ligera sordera a ciertas cosas. Fernando sostiene la luz ligeramente cenital y en un ángulo inferior a 45º y a cronometrar unos 58 segundos antes de que se levante y diga que ya es bastante. Son 58 segundos perfectos, mágicos. Ella es uno de los personajes con más personalidad que he fotografiado en mi vida. Vestida como un mendigo, con el pelo sucio y una cara poco agraciada se come la cámara y aparece como un personaje clásico del Greco. No tengo tiempo de recordarle que una vez me dio plantón ni falta que hace ya me he sacado la espinita, ya he tenido ese momento especial, inesperado en el que todo sale bien. Te pillé, ahora eres mía para la eternidad.