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Llevo
cerca de un año y pico haciendo un ejercicio de cabezonería editorial. Por
varios motivos llevo más de dos años realizando trabajos en B/N, algo que me
encanta y me deja trabajar pensando en otras cosas cuando fotografío, pero ese
no es mi acto de cabezonería. Mi testarudez me ha ido obligando a buscar en
cada trabajo que hago imágenes que valgan por si mismas en B/N, que tengan una
entidad propia y respiren escala de grises por los cuatro costados. Esa
obcecación me ha hecho encontrarlas en casi todos mis reportajes y cada vez que
un medio me pedía un trabajo enviar alguna que yo considerara que encajaba. Así
mis editores me han sufrido viendo imágenes sin colores siempre entre un mundo
de saturaciones. Soy muy tozudo, lo se, voy contra corriente, lo se, pero no
puedo parar de hacerlo, es más creo que los reportajes en B/N se popularizarán
pronto ya que hace que perdamos la locura de subir luces, mentir y poner capas
a las imágenes. El B/N tiene la capacidad de hacernos pensar en gestos,
encuadres y composiciones, de simplificar nuestro trabajo, nuestras
sensaciones, nuestra mente, de manera que nuestras fotos viajan más libres en
un mundo en el que lo que cuenta es lo real. Así que no pienso dejar de ser
cabezón con esto. Además desde el verano varios editores con los que trabajo
van apreciando cada vez más el esfuerzo y dejan deslizarse estas imágenes en
sus editoriales, en sus notas de prensa y en las entrevistas. no pienso
abandonar el color pero creo que simplificar nos hará mejores. ¿Tu que opinas?
Además
me hace gracia ver como algún compañero que hace dos años me criticaba este
empeño, con la manida excusa de que cuando una foto no vale la pasas a B/N y
todo cuela, se están lanzando a hacer imágenes en B/N. Como dice el refranero:
no digas de esta agua no beberé, ni este cura no es mi padre.... La sabiduría
popular es muy puñetera.
PD. Por cierto un placer poder hacer esta foto en Kinda Kinks
PD. Por cierto un placer poder hacer esta foto en Kinda Kinks