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Aunque la cámara parece estupenda aun no hace fotos sin tarjeta así que me he tenido que volver de mi primera excursión sin una foto.
La Segunda impresión sobre el terreno es una sesión dura en exteriores dentro de un festival. Luz de día, lluvia, noche, combinaciones de luces complicadas, contraluces.. De todo. Mi primera impresión es negativa debida aun fallo de menú que no he sido capaz de alterar. El fotómetro del visor del pentaprisma está al revés del de mi D700, donde tenía que estar la subexposición está la sobreexposición y viceversa. Esto me está causando un serio dolor de cabeza ya que estoy trabajando con ambas cámaras y me despista bastante. Supongo que será algo fácil de cambiar pero no he dado con ello por mucho que he repasado los menús. Lo intentare con calma esta noche.
Positivo peso y ergonomía, se nota la diferencia con la D700 en el peso aunque para mi trabajo echo en falta probarla con su empuñadura, años acostumbrado a trabajar con un grip no se me pasan en un momento.
Más positivos, estoy muy sorprendido con la nitidez, es asombrosa incluso con un 200mm a pulso de noche. No me esperaba que el resultados a isos altos fuera tan sorprendente, en un primer momento jugué con 100, 200, 400 ISO pero cambie a 3200 y no he visto la diferencia, aun estoy buscando el ruido. Muy suave en las sombras. Aquí dejo una muestra.
Por ahora el Nikon Wiew mueve las fotos ágilmente aunque estos pixeles son unos devoradotes de tarjetas que pueden llevarte a un serio desembolso al cambiar el formato. Esta noche retocare algunas y veré como va el ordenador al trabajar con ellas. ¡Ah! Y en cuanto a colores estoy encantado con ese toquecito saturado que siempre tienen las Nikon, esta vez con unos colores más brillantes, más definidos. Ahora solo tengo que ver si tantos pixeles merecen la pena, así que me dedicare a probar con otras resoluciones y ver como se comporta el JPG de salida, que por lo que puedo ver es mucho mejor de lo que pensaba.
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