viernes, 5 de abril de 2013

La Mirada de MIguel Trillo

 Que difícil es ponerse delante de un fotógrafo para fotografiarle. Sus ojos te examinan, puntúan, te quieren corregir, la balanza de poderes está descompensada. Si además lo admiras más difícil es acercarte a el personaje. Tienes la duda de imitar/homenajear su trabajo, de llevarlo a tu campo, de buscar un punto de unión. Que complicadas son estas fotos tan sencillas.



De él, de su trabajo aprendí una cosa. Da igual donde estés, hay que buscar la mejor luz y en la salas de conciertos  siempre está en los baños. Una cita similar se la oí una vez cuando un entrevistador le preguntaba por alguna afición perversa por tantas fotos en lavabos de las salas de conciertos y de los propios conciertos.



De su trabajo también aprendí que hay que tratar a los desconocidos como rock stars, si lo merecen, o al menos con el mismo respeto que a los artistas (muchas veces con más).  Y que siempre hay algo interesante a los lados del camino.